28.4.07

Una frase para la historia.


-¿Sabes nadar?
-¡Por supuesto que no!
(Woody Allen, en Scoop)

26.4.07

To have got o mecagüen los cursos de inglés (to be or not to be)

That this the question. A Chespir me lo tendría que cruzar esta misma tarde, en cuanto salga de casa, hombre ya, que me iba a escuchar unas cuantas cosas sobre su precioso idioma. No es que me resulte difícil, es que hoy no estoy yo muy ensimismada en el estudio. Todo me distrae. Una visitilla al correo, otra visitilla a ver si ha salido la nota de la opo, que si voy a ver qué pasa en el mundo. Y, mientras, aquí estoy con los presentes simples -de lo tontos que son- y los presentes contínuos -que son más tontos que los simples, porque lo dice su nombre, con-tí-nu-o). Si yo me acuerdo que en francés yo era la leche, lo que pasa es que las viejas glorias que creamos leyenda en su momento tenemos que apretar un poco más que los demás, por aquéllo de que la fama nos precede. Vamos, que yo no quiero que el profe me apruebe porque sí. Que yo quiero aprender inglés, no ser la única pava del mundo que no lo conoce. Y en ello estoy.

Así que mientras voy cerrando ya el ordenata -ya me duele la cabeza hasta las rodillas-, voy a despejarme con un cafelito o con cualquier cosa que no me haga pensar. Yo creo que lo mío ya es vicio, siempre estudiando. Ya, sería mejor otros gerundios, pero bueno. Es lo que hay.

Y lo dicho: en cuanto vea yo al Chespir ese, le voy a dar calavera y media.

24.4.07

Estragos.

Yo no sé qué está pasando esta primavera que hace que muchos de los blogs que leo echen el cierre a la vez. Es como si hubiera una confabulación para chincharme, ahora que tengo tiempo libre de sobra. ¿¿¿¿¿Qué he hecho mal????? Porque ya me da la impresión que no sólo los santos varones son los que me abandonan, sino también los bloggeros y bloggeras a los que suelo leer y, que conste, que no tengo enlazados ni a la décima parte (yo soy productora y consumidora al mismo tiempo) (gran consumidora, por ciero) (y gran productora también) (je je)

Tras el abandono de "Mi vida... y yo en ella", "Mentalizándome", y "Claro amanecer" y otros blogs, ahora resulta que se chapa "Perverso y variado" por diversos motivos. A ver si es verdad eso de que la primavera, la sangre altera, porque vaya carnicería está causando. Y, lo que es peor... la maldición del enlace es más que efectiva... Oh, cielos...

Pero ¿qué puedo echar yo en cara? Nada, porque yo también quise cerrar el blog varias veces, pero me lo pensé mejor. Incluso quise borrarlo todo. Pero tampoco lo hice. Hay temporadas buenas, normales y malas, y todo depende de las circunstancias. Hay veces que no puedes ni escribir por la cantidad de cosas que tienes encima. Otras, porque, sencillamente, no te apetece escribir. Yo es que soy pelín autodestructiva, por lo que puedo comprender -hasta cierto punto- el abandono.

Y la primavera llegó con las gramíneas, la fotofobia, las quemaduras por el sol, el calor apestoso (menuda calina está cayendo hoy) y con los cierres de blogs. Miedo me da el verano...

Pero siempre queda la esperanza del regreso. Si no te vas del todo, es como si no te hubieras ido. Vuelve, vuelve a casa por Navidad, por vacaciones de verano o para el puente de Mayo, pero vuelve.

Como dicen que hagamos con los pisos en vacaciones, no digas que te vas. Que no se te acumule el correo, no bajes las persianas, no sea que venga un okupa (o un ladrón) y la líe.

Lo bueno que tiene la primavera es que se pasa.

Costo del gueno.

Mirad qué campaña de márketing:




Tiene de todo: mensaje que llega a las masas, lenguaje directo, plano por si te pierdes, condiciones...

¿Pegas? Que ha durado poco. Digamos que la han censurado. Y a él, detenido.

23.4.07

Monday, bloody Monday

Necesito motivación.



...más......mmmmmmmsiiiii...


¡SI! ¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!

...Un inglés, un polaco y un indio. En la variedad está el gusto :D

PS: Me voy a tomar café. Y sin prisas.

Buen viaje lleves, como descanso dejas.

Llevaba años esperando este examen. Era demasiado golosito. Hacía años que no salía ninguno, por lo que me decidía a empezar a estudiar por "si acaso". Lo tenía todo preparadito. No era constante, pero he tenido años para darle un garbeo a los apuntes. Las letras ya empezaron a esfumarse, y mi vista ya no es lo que era. Me he quedado en casa estudiando en vez de salir a tomerme un café. Si no he salido un sábado, me quedaba estudiando en vez de ver tele para no pensar. Si he salido, me he acordado de que debería estar estudiando. Se me han muerto todas las neuronas de la cabeza, excepto la que hace que escriba en el blog.

Ayer fue el examen.

¿¿¿¿¿Se puede saber qué mierda de examen pusieron??????

Allí estábamos laUrsu, San Isidoro (santo varón) y Anacleta, dispuestos a enfrentarnos con el morlaco más grande de la plaza. Yo iba vestida de espartana, laUrsu de amazona, San Isidoro de torero y Anacleta de Catwoman, e íbamos a arrasar... Cuando me senté en el aula, y me dieron el examen, me dieron los tres infartos juntos. No es que el examen fuera difícil, qué va. ¡Es que no tenía idea de qué iba! Pero como soy una mujer de recursos, además de cabrearme mucho -pero mucho-, empecé con las que sabía. Tres preguntas que sabía. Tres, de un total de ciento veinte (no os riáis, canallas) Luego, con las que me sonaban. Pongamos unas diez. Y después... me lié la manta al cuello y me arriesgué: seduje a un tío del tribunal. ¡Que noooooooooooooo! (es que eran feos hasta decir basta, por cierto) Lo que hice fue utilizar el infalible método del chiste del pato.

*Chiste del pato: Un tío tiene una granja de patos y quiere pillar uno para cenar. Mira entre los patos que tiene, hasta que uno hace: "Cuá, cuá". Y el tío dice: "¿Cuá...? ¡Pues tú mismo!"

Así que me inflé a contar mil veces "una mosca puñetera se cagó en la carretera..." o "quién se ha tirado un pedo que huele a caramelo..." para señalar la opción afortunada en el sorteo de turno. Luego, me dio por señalar en plan "a la contraria": tres de las opciones eran prácticamente iguales, y una pegaba el cante. Pues ésa era la que señalaba.

*A todo esto, mi madre no había montado un altar en casa, con santos y velitas, qué va. Fue directamente a alquilar la iglesia sólo en mi honor, misa incluida.

Ya from lost to the river, contesté el resto a desgana. Calculé mal el tiempo, porque cuando terminé aún faltaba una hora para poder salir del aula -hasta que no terminen todos, no sale nadie vivo de ahí-. Así que me dio por mirarme las uñas -pero no repasé ni una pregunta-, por dibujar en el examen -nos lo podíamos llevar a casa-, por poner cara de aburrida por si a alguien del tribunal le daba mucha pena y me dejaba salir -no coló, malditos...-, por mirar hacia las ventanas -estaban con las persianas cerradas, así que disfruté de unas vistas ex-pec-ta-cu-la-res-...

A la hora de entregar el examen, estuve a punto de salir del aula como en el colegio: corriendo y gritando al mismo tiempo -¿no salíais así? ... qué sosos-, pero aún me tocó esperar a la gente, ya que salieron más tarde que yo -por misterios de la vida- y yo me dediqué al noble arte de fumar mientras esperaba.

Estuvimos comiendo juntos, con más gente de la carrera, y la cosa fue bastante divertida.

LaUrsu y yo nos perdimos de nuevo en coche (ahora sí: podéis reíros) Tengo que ser una pésima copilota, qué vergüenzaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!! Así que cuando llegué a casa, presa ya de los nervios de haber hecho el peor examen de la historia -recordad que fue con el método del chiste del pato-, empecé a buscar como loca las respuestas...

Me faltan dos respuestas para aprobar. Tengo unas veinte sin una respuesta clara -imagináos el examen-. El resto, mal. Así que confiemos que, entre esas veinte, salgan las dos que me faltan para engrosar la lista de aprobados.

Me da vergüenza decir cuál fue mi método, pero es así. Me cabreé mucho al no saber ni una de las preguntas que hacían, y me daba vergüenza haber estado varios años preparándome este examen, que hice como si no hubiera estado estudiando.

Pero por lo que veo, no ha salido tan mal. Lo de "pito pito gorgorito" a veces funciona y todo. Pero mira, esto tiene que ser como en el amor y en la guerra: todo vale. Y si la dicha es buena...

Ahora sí: he terminado de opositar de momento -toca esperar algo interesante-. Pero mientras, me dedicaré a mi inglés, a mi inglés, y sólo a mi inglés. Bueno, y a buscar trabajo, claro... Pero eso... será otra historia.

Ps: I go to bed. I´m marvellous, I know it.

20.4.07

Por dios, Carlos, arráncalo, por dios!!!!

Ya no voy a estudiar más por hoy. Ahora intentaré que mi encefalograma sea lo más plano posible. Me jartaré de ver telebasura esta noche hasta que me entre sueño. Me zamparé cuanto vea, porque estudiar da hambre, y se me ha olvidado re-merendar esta tarde (y aún falta para la cena) (qué pasa, yo meriendo dos, tres, cuatro veces y las que hagan falta ¿qué pasa?)

Así que mañana mismo, en cuanto termine el examen y regrese a casa, estaré embalando mis apuntes para mandarlos al quinto pino porque, apruebe o no, de poco me van a servir si no vuelven a convocar nada. Y como no hay nada convocado, pues eso, que no hay nada convocado, por lo tanto, no necesitaré apuntes en una temporadita.

Pero... si mañana tengo mi última oposición... ¿qué haré a partir del lunes? Bueno, está el inglés, que tiene tela (it´s very complicated for me) (c´est très complicade pour moi) (corrígeme, Satrus, que te conozco ;D) (és molt complicat) (¿qué pasa? estoy fardando de saber escribir en cuatro idiomas) (he dicho escribir, no hablar je je) OH CIELOS... VOY A ABURRIRME MUCHO Y ME DARÁ POR LIMPIAR. Bueno, tengo también unos cuantos libritos que NO he leído -aún están en su plástico- y podría darles un repasillo, a ver qué se cuentan. Porque eso de estar limpiando todo el día es muy agobiante. Yo no veo nunca las cosas bien, siempre les encuentro algo -detallitos sin importancia- que no me gusta. Mi madre dice que soy muy perfeccionista. Qué va, doña madre. Perfeccionista yo... qué dices... ni que me hubieras parido... Claro, que ella, encantada, qué va a decir. Sabes por dónde ha pasado/estado porque el suelo está lleno de hilos. Es como si se le cayera el pelo, pero en vez de cuero cabelludo tiene bobinas de hilo.

OH VOY A ABURRIRME. Bueno, no. Es que han incluido mi CV en un proceso de selección de personal. Como no me van a llamar, os diré que es para una empresa consultora muy grande, muy conocida y de la cual no voy a conocer más que el nombre porque, repito, no me van a llamar siquiera para una cochina entrevista. Claro que tampoco ponen sueldo, y encima dicen que hay que hacer otras muchas cosas más (piden polivalencia, o sea). Ja ja ja ja, que me meaba viva al leer eso. Vamos, de mujer orquesta.

Hablando de música. ¿Sabéis qué banda sonora le ponía yo a la película 300? (diosdiosdios... tengo que estar muuuuuuuuuuuuuuy nerviosa para que se me ocurran estas chuminadas) MACHO MAN. Tremenda. Le viene que ni pintada. Si vais al yotube (tutubiste, eltubo,...) veréis el video. No creí descubrir tanta visión de futuro hasta que dí con él (si, pero de qué me va a servir si el lunes ME ABURRIRÉ)

Debería apuntarme a un entrenamiento como el de Silvia (yo no valgo pa eso, hija), para aliviar tensiones y tal, pero como yo no valgo pa eso... Eso sí, me pondría cachotas. Pero pa qué quiero estar cachotas, si a partir del lunes voy A ABURRIRME COMO UNA ENERGÚMENA.

(es complicado hablar por teléfono y escribir al mismo tiempo con la música puesta ¿eh?) (¿a que no sabéis qué estoy haciendo ahora?)

Así que como ya os he mostrado qué será de mi vida a partir de mañana y a qué voy a dedicar mi mente ociosa y perversa -yujuuuuuuu- (ya está dando guerra), me voy a por algo pa de comé.

...Como a partir del lunes ME ABURRIRÉ, me dará por comer. Voy a convertirme en la aburrida con el culo más gordo del planeta. Pero como no tengo a quién enseñárselo ja ja ja ja ja...

Ps: ¿Sabéis lo que me ha pasado? Que el Jabi dice en su blog que me he cansado de esperar a que volviera a escribir... ¿a que es mu mala persona? XDDDDD

Lo que hacen los nervios previos...

Cuando me pongo nerviosa, suelen entrarme ganas de reír. Cualquier cosa puede desencadenarme un ataquito que suele durar bastante tiempo. Es complicado aguantar el tipo cuando estás con desconocidos,pero si estoy a solas, aprovecho para desfogar, no sea que me acuerde de algo gracioso en un mal momento y la cague XDDDD

Como estoy nerviosa, he buscado y encontrado esto:






Dicen que reirse es bueno para la salud, pero yo creo que no. Me duele ya la barriga...

19.4.07

Signos y síntomas

Un signo, médicamente hablando, es una característica de una enfermedad que es visible o cuantificable. La fiebre indica infección, y se puede medir con un termómetro. Una piel amarillenta es signo inconfundible de problemas de hígado...

Un síntoma es todo aquello que el paciente puede alegar, pero no es visible. Como no sea que veas que un brazo tiene tres fracturas y cuelgue de forma antinatural, el dolor es bastante abstracto para que los demás piensen que si uno alega dolor, se pueda comprobar que, efectivamente, hay dolor -o debería haber dolor-.

Hace tiempo, leí un comentario en una revista. Resulta que hablaban sobre una entrevista que le hicieron a Gervasio Deferr, ése chico que es atleta. Bueno, pues en uno de sus pezones llevaba una tirita. Le preguntaron el motivo, y el chico contestó, tranquilamente, que se había puesto un piercing en el pezón y, en uno de sus entrenamientos, se le enganchó, y se lo arrancó de cuajo. El comentario en la revista señalaba que había sido una forma de dar una grima acojonante sin enseñar nada, sin entrar en detalles, y de la forma menos intencionada.

Y sin signos, ni síntomas ni ná. Hay que ver lo que duele ver una tirita en ciertas partes... y sólo con la explicación... aaaaaaaaaaargh!!

18.4.07

La buena memoria

Una de las cosas de las que siempre me quejo es que la gente suele tener muy mala memoria. Me refiero a que hay gente que te necesita -te necesita, repito- en un momento dado para que les ayudes -no tienen amigos, necesitan un favor, o cualquier otro tema-, recurren a tí para que les soluciones la papeleta y, cuando ya tienen lo que quieren, te hacen desaparecer del mapa, te lían cualquier pifostio o a saber qué más se les ocurre en sus maquiavélicas mentes, dejándote de lado o destruyéndote en el peor de los casos. No me refiero a que, si haces un favor, te lo estén agradeciendo eternamente cada día del resto de tu vida. Pero si yo he necesitado ayuda de alguien y me ha tendido la mano, lo recuerdo para siempre, porque soy muy agradecida.

Otras veces, he hecho un favor porque ha surgido así, de repente. Volviendo al tema del post anterior, en mi época de cajera, en la centralita teníamos un fax.

Un día se presentó en la tienda un vecino de mi calle, con el que no hablaba nunca, pero porque no teníamos relación. Sólo nos conocíamos de vista. Parecía buscar algo y, al verme, se acercó hasta el mostrador en donde estaba yo, y me preguntó si allí teníamos servicio público de fax. Yo le dije que fax si, pero no para el público. Él me preguntó si sabía dónde podía mandar un fax lo antes posible... Yo miré hacia la tienda... No había moros en la costa... (ni clientes: por eso se cerró la tienda) Me daban igual las cámaras de seguridad, porque sólo enfocaban las cajas, y yo no estaba junto a ellas... Le pedí lo que quisiera mandar, el número de teléfono, y lo mandé. Le devolví lo que me había dado, junto al justificante de envío del fax -en donde sale el día y la hora en que lo mandas, desde qué teléfono y hacia cuál...-. Quiso pagármelo, pero eso lo pagaba la empresa, así que el chico, muy contento, me dio las gracias muy efusivamente, y me dijo que no lo olvidaría.

Pasaron años, en los cuales este chico y yo apenas nos vimos. Sólo nos decíamos alguna vez hola y adiós. Se me olvidó por completo el favor que le hice, porque lo hice, y punto. Pero un día, que tenía que coger el tren muy temprano porque entraba muy pronto a trabajar ese día en el otro hiper de la capi, estaba esperando en la parada del autobús. La calle estaba desierta, apenas pasaba algún coche. Y cuando pasó uno, redujo la marcha al pasar a mi lado, y se detuvo unos metros delante. Salió él del coche y me dijo:
-¿Vas a la estación? Te llevo.
Yo sabía que él cogía el tren todos los días porque su madre le dijo a la mía que estaba trabajando en la capi, como funcionario, así que no me lo pensé, y subí con él. Le agradecí que me llevara, porque me estaba dando miedo estar sola a esas horas en la parada del autobús. Y él, me dijo algo:
-Verás, hace tiempo necesitaba mandar un fax para tomar posesión de mi puesto de funcionario y una chica que trabajaba en un hipermercado me hizo un gran favor...
Me quedé muerta. Él recordaba lo que sucedió y yo, hasta ese momento, lo había olvidado por completo. Le dije que no me costaba nada hacer un favor, y él me contestó que tampoco le costaba a él hacérmelo a mí.

Actualmente, es una de las personas que más me anima a seguir con las oposiciones, y me regaña cuando he suspendido alguna, pero me felicita cuando supero un examen. Ahora me dice que ya he metido la cabeza en la administración pública, sólo tengo que esperar que me llamen, de lo que sea, pero que me llamen, pero que no me lo deje.

No me lo dejaré, puedes estar seguro. Pero tampoco olvidaré que tú también tienes buena memoria... y me alegra pensar que todavía existe gente como tú.

17.4.07

Garrotillas, de Seguridad.

Este fin de semana he encontrado a un viejo conocido. Los dos estuvimos trabajando en el mismo hipermercado, sólo que yo de cajera, y él de vigilante de seguridad. Tras casi diez años sin vernos -él no vive en mi aldea-, nos reconocimos enseguida, y estuvimos charlando sobre cómo nos había ido estos años.

Emilio -se llama así el chaval- tiene un apellido muy explícito que, como es de suponer, no voy a decir aquí. Todos lo llamábamos por el apellido, y eso a él no le molestaba en lo más mínimo -la culpa era que habían tres Emilios, y era por diferenciar-. Supongamos que el apellido era Garrotillas...

Con nosotros trabajaba una jefa cajera que era inepta hasta decir basta. Si los demás entramos a trabajar tras pasar un expurgo de narices -se presentaron cientos de candidatos- a ella le tocó entrar por vía digital, o sea: a dedo, porque si no, no me explico semejante elemento en la tienda. El problema que tenía no era otro que, como ella tenía carrera universitaria, estaba por encima del bien y del mal. Los demás éramos tontos o algo, de la forma que nos trataba. A mí, que para tocarme las narices no hay que mirarme siquiera, hice muy pocas migas con ella. Como no le hacía la pelota -como hacían otrassssssssss-, iba a por mí, poniéndome los peores turnos, mandándome a las tareas menos agradables, y haciéndome hacer cosas que no me tocaba, ni me pagaban por ello. Yo veía que quería amargarme mi paso por allí, y pensé: vamos a ver qué sabes hacer...

Cuando se cierran las cajas de cualquier tienda o hipermercado, hay que retirar el dinero que haya de más. Me explico: suele quedarse un mínimo de dinero para garantizar el poder dar el cambio cuando se abra de nuevo la tienda. Normalmente , no se quedan muchos billetes, pero el número de monedas es lo que se va de varas, por lo que hay que contar cuántas monedas hay de cada, e ir introduciéndolo en la caja para cerrarla. El total debe coincidir con lo que haya cuando se abre la caja al día siguiente (que también se cuenta de nuevo). Ella era la que se encargaba de los conteos, por lo bienísimamente que sabía hacer su trabajo. A mí me tocaba recoger bolsas, vaciar papeleras y otras cosas que, repito, no me pagaban por ello.

...Pero siempre que me ponía un día hasta la hora de cerrar, al día siguiente me ponía ser yo la que abriera tienda, por lo que pedía mi llave para abrir caja, y contaba lo que ella había contado la noche anterior... y no me coincidía. Lo volví a contar y seguía sin coincidirme. A mí me entró la risa, y ya que ella no hacía que ponerme en evidencia por lo mal que trabajaba yo, la llamé para decirle el fallo que había tenido. Me dijo que contara las otras cajas, y lo hice. Excepto una -la vacía- el resto estaba mal contado. Se lo dije, orgullosa. Ella se puso nerviosa y dijo que no podía ser, así que fue a contarlo ella en persona.

Si yo hubiera quitado dinero de las cajas, aparecería una diferencia en negativo... pero es que todas las cajas tenían una diferencia en positivo, que ella había contado de menos.

Garrotillas se lo pasaba bomba viendo cómo ella se ponía solita en evidencia. Yo disfruté como una enana haciendo correr el incidente por la tienda. Ella se ponía verde, y seguía obsesionadita en mí. Trataba fatal a los clientes, le escribieron bastantes reclamaciones, pero como ella era la jefa de cajas, se encargaba de retirar cuantas quejas hubieran de ella, para que no las viera el director. Vamos, una buena ficha.


Un día, Garrotilla estaba en el comedor tomándose un café, mientras la jefa y yo estábamos en cajas, solitas, y con la tienda vacía -acabábamos de abrir-. Un hombre mayor entró en la tienda, se acercó a nosotras, y preguntó:
-Por favor... ¿Garrotillas, de Seguridad?
Yo no sé qué entendió ella, pero le contestó enseguida, con esos aires de superioridad:
-A mano izquierda, el tercer pasillo a la derecha, encima de las máquinas de taladrar.
El hombre se quedó a cuadros, y a mí me entró un ataque de risa, porque además de no saber que el hombre preguntaba por Garrotillas, nuestro vigilante de seguridad, desconocía por completo qué era lo que había a mano izquierda, en el tercer pasillo a la derecha, encima de las máquinas de taladrar: nada, porque allí no habían pasillos -sólo muebles de muestra- y las máquinas de taladrar las tenía enfrente.

Garrotilla se reía recordando la anécdota.
-¿Qué es de ella?- me preguntó.
- Si supiera que aún nos acordamos de eso, estaría escondida de la vergüenza.

Para mí, que lo está, porque nunca mais la volví a ver (y ella si que es de mi aldea) (je je je)

Do you remember when...?

Como no tengo nada nuevo ni interesante que contar (cosas de que no pase nada), atacaré un tema que ya toqué hace tiempo: la gente que triunfó y luego nunca más se supo de ella. Uno de los que hablé fue un chico rubito, muy... repelentoide para mi gusto, pero que la canción que le lanzó al estrellato mundial sirvió incluso para la banda sonora de una película que todo cinéfilo debería haber visto antes de morirse: Doctor Hollywood, merecedora de trescientos Oscars -por lo menos- XDDDDD, cuyo papel estelar lo interpretó un Michael J. Fox. ¿Que quién es el cantante? Chesney Hawkes, que por lo que veo sigue haciendo algo por las Australias imperiales, pero por aquí, lo que se dice aquí, ni suena, ni truena.

De todas maneras, vale la pena escuchar su tema (oyes, que a mi me gusta...)



No os he puesto el video original de la canción porque es más horrible que pegarle a un padre. Cualquier religión prohibiría ese estilismo, tanto de hombres como de mujeres. Incluso cualquier profesor de interpretación, por malo que fuera (o fuese), se llevaría las manos a la cabeza por semejante derroche de talento (es un decir, ¿lo pilláis?)Por lo menos aquí al muchachito se le ve más majete -si no os gusta, imagináos cómo sale en el video- y su actuación es correcta.

Otra cosa que he rescatado del recuerdo es una versión de una canción que me gusta desde siempre. Creo que es de Billy Joel, pero como que me da igual: me gusta, y esta canción me parece buenísima. Westlife canta Uptown Girl, en donde me invitaron a mí para hacer un cameo en el video (yo soy la rubia)(je je)



Y ahora algo que casi todos recordaréis...



Sobran las palabras :D

15.4.07

Confidencias frente a un botijo.

Esta noche he salido a cenar con la pandi (pero prontito a casa, que tengo que estudiar muuuucho para el gran día). Uno de los chicos llevaba tiempo sin aparecer: trabaja en una gran ciudad, en una gran empresa, la cual parece que le hace ojitos a los japoneses (y miraditas, y les lanzan besitos...). Este chico estaba contándome que, si se fusionan las empresas (o si la suya es absorbida la japo) (a saber), se oían rumores de que le tocaría irse allí una temporada, pero eso no le hace gracia.

Y entonces, me pregunta:
-¿Tú te irías a Japón?

Reconozco que me lo he pensado un poquito.
-Mira-le he dicho-, si yo me fuera a Japón, con la suerte que tengo, me tocaría quedarme allí a vivir pa siempre, y me tocaría aprender japonés -y bastante tengo con el inglés-. Y me imagino a mis ochenta y cuatro hijos conectados a internet a todas horas, todos los días, semana tras semana... hasta que un día oiré que me dicen: "Mami, que salimos esta noche a una quedada para suicidarnos colectivamente. No nos esperes levantada". Calla, calla, prefiero quedarme aquí en España y que se vayan de botellón.

Creo que le he convencido je jeje...

13.4.07

...Otra vez me olvidé

Me he desvelado, y mañana tengo que levantarme pronto para hacer unas cosas. No importa: estoy en paro, y el lunes también es fiesta (ole) por lo que aún me quedan cuatro días de asueto antes de volver a mis rollos laborales.

Pero ahora también estoy preocupada. Me falla la memoria. Puedo recordar los cumpleaños de muuuucha más gente de la que creía, puedo recordar detalles nimios de muchas cosas, incluso de temarios... pero se me han pasado por alto dos aniversarios.

Uno, el primer año que estoy apuntada a Info.jobs con un éxito del 0%. Vamos, utilísimo, qué sería de mi vida sin haberme apuntado, qué sería de mí si no estuviera en su base de datos...

Y el segundo... estoy por lapidarme yo sola, porque ha vuelto a ocurrir. Mi blog ha cumplido DOS AÑOS y se me ha vuelto a ir la pinza. Nunca me felicito a tiempo yo misma. Esto es para mirármelo, porque anda que, anda que...

...Dos años ya. Y vaya cómo ha cambiado mi vida desde entonces...

Lo dicho: tengo que hacérmelo mirar :D

...A por el tercer aniversarioooooooooooooooooooooooooo!!!!

Volviendo a la infancia.

Hace tiempo hablé de mi increíble pasión por Candy, cuya serie se me quedó a medias, de la cual aún conservo un álbum completo de cromos, y una importante colección de tebeos y posters que conservo como oro en paño. Gracias a internet pude saber el final de la historia. Era una de esas intrigas que se te quedan de pequeña y te gustaría saber. Dí con una página española en la que se publicaba la historia completa, van traduciendo poco a poco al español, y gracias a ellos conseguí quitarme una espinita que llevaba clavada demasiado tiempo.

Con los tebeos que me compraba o me daban, descubrí también a Esther y su Mundo, de Purita Campos. No seguí la historia porque tampoco tenía la pasión que sentía por Candy para conseguir algo más de lo que tenía, pero me gustaba también. Ahora me hace gracia descubrir que su querido Juanito ahora sería un Beckham -mi querido Beckham-, por su atractivo masculino y su afición. Y por su nacionalidad, claro je je je. Sea como fuere, también me quedé a medias con la historia cuando quise saber más, porque también hubo un pequeño maltrato a las lectoras, ya que la historia se quedó en el aire, sin un final creíble, o por lo menos, visible al resto, que no pudimos saber bien qué clase de final era. Bueno, por internet se lee algo, pero ahora que poseo casi toda la colección escaneada, no tengo tampoco un final que ponerle a la historia.

Parece ser que la autora, Purita Campos, no hace mucho tiempo coincidió con un guionista -Carlos Portela- en una feria del Cómic. Tras un pequeño recuerdo a su serie -Esther fue un fenómeno en los 80 y no era manga-, de la cual el guionista era seguidor, se propusieron volver a sacar a la luz de nuevo a Esther, con una peculiaridad: que todo ocurriera en la época actual. Una Esther de 35 años -no me salen las cuentas, pa mí que era más mayor-, madre de una hija de 13 -la misma edad que tenía ella cuando empezó la historia- , enfermera y... separada.

Esta semana espero recibir una llamada de teléfono que me dija que el primer tomo (de tres) con Las Nuevas Aventuras de Esther está esperándome, para saber qué pasó después de tantos años. Sabré qué es de Juanito (mi Beckham, en la actualidad), de Rita, de Doreen... Sabré qué fue de ellos mientras me hice mayor.

Lo que más me gustó leer fue que no es una versión, sino una continuación de la historia. Este año, por lo que leo por ahí, sacarán los otros dos tomos, para poner punto y final a una historia que releemos las que la tenemos -y ya no importa tanto el formato-.

Ediciones Glénat, de Barcelona, es la culpable, junto a Purita Campos y Carlos Portela, de quitarme otra espinita. La pega es que lo veo pelín caro, pero bueno, quien quiera agua...

...Que nooooooooooo, que no me pagan por hacer publicidad. Sólo me acojo a la web 2.0 porque se lo merecen.

Ps: Una vez corregido el apellido del guionista, voy a lapidarme por tamaño error, tal y como acostumbro a hacer cada vez que tengo un lapsus... A ver... mmmm... >pof<

Ps2: Casi que lo dejo para otro rato. Hoy tengo muy mala puntería je je je

12.4.07

Adivina adivinanza...


Jajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!!

Y pensar que he tenido que mirar la solución porque no sabía cuál era...

Qué buenos...

11.4.07

Estrellada contra un muro.

No tengo trabajo.

La razón por la cual no haya firmado un contratillo es que ni por asomo era el número plazas que repetían de las que iban a disponer, por lo que la lista se detuvo un par de personas delante de mí. Haciendo caso de las plazas que decían, yo me encontraba entre ellas, pero exactamente han sido la mitad, por lo que no me sirve de nada haber hecho el curso. Bueno, si: para entrar "en la reserva", por si alguien se arrepiente de meterse en tal fregao y decide que otro cargue con la pena, por lo que me queda la esperanza (:P) de que me llamen, si es que lo hacen...

¿Dónde iba a prestar mis servicios? En cualquier delegación de Hacienda de la provincia.

¿De qué iba a trabajar? Pues haciendo la declaración de la renta.

Pensándolo bien, no sabéis de la que se han librado por aquí, porque iba a hacer auténticas carnicerías (o no) :D

Y como decíamos las amigas (nos hemos quedado fuera en pleno), mal de muchos...

Me voy a estudiar, que tengo el inglés abandonaíco...

Ps: No se puede tener todo en esta vida. Soy guapa, alta, rubia, ojos azules y medidas perfectas, inteligente y divertida... está claro que no se puede tener todo (risas de fondo)

Tú a Boston y yo a California

Hoy es el día en que tengo que ir a firmar el contrato para mi nuevo trabajo que sólo durará un par de meses. No sé ni cómo se me dará, pero creo que si empiezo, será mejor que nadie recurra a mí los primeros días, hasta que le coja el truquillo a la cosa. Porque tengo que pillarle el punto, no sea que la liemos.

Mi firma está condicionada con el destino que puedan ofrecerme cuando sea yo la que estampe mi rúbrica en papel. Antes deben elegir los que van delante de mí, por orden de puntuación, hasta llegar a mi triste persona (lo de persona es un decir :D), y si me encuentro con que me mandan a tomar viento, tendré que rechazar la oferta ante mi imposibilidad de teletransportación actual, ya que mi cacharrito está averiado.

Además, con tanta fiesta y tantos otros menesteres, me he dejado un poco de lado los apuntes de la opo, que ya la tengo ahí, ya la tengo ahí, ya la tengo ahí... Tanto tiempo dedicado a la oposición para encontrarme que me la juego. Si la suspendo, no entraré en bolsa de trabajo, y tendré que esperar quince años (o más) para esperar a que la vuelvan a convocar. Además, ya ha salido la fecha del segundo exámen de la otro oposición que aprobé, no hace mucho, pero que debería ir ya mirando algo. Pero no sé qué puedo prepararme cuando no tengo ni la más mínima idea de qué se hace en una cosa así. Dejemos que mi imaginación y mi inspiración me invadan para cuando el momento llegue.

Pero creo que soy una mujer de recursos, que cuando una puerta se cierra se abre otra, y que no hay mal que por bien no venga. Como llevo tanto tiempo con los apuntes, creo que a quien madruga dios le ayuda... Y bueno, creo que estando en varias bolsas de trabajo ya, no debería quejarme, pero... a mí me gustaría estar en la lista de los afortunados para la que llevo años mentalizándome en que puedo entrar. Lo demás, ha sido puro azar, simplemente suerte. Y mientras pasa el tiempo hasta que me llamen de alguna, seguiré aceptando trabajos temporales de cualquier índole, porque no sólo de fotocopias vive el hombre...

Cuando regrese, os cuento qué tal, dónde y de qué, irá mi trabajo.

Ps: Acabo de cargarme la tapa del váter, la he roto al sentarme. No sabía que mi culo tenía unas dimensiones destructoras. O puede ser que la tapa estuviera ya tocadita de antes. Da igual. No todos los días se rompe la tapa del váter por culpa de una, y merecía ser recordado para años posteriores.

Ps2: Cuando vuelva, tengo que ir a comprar una tapa nueva. Que no se me olvide.

10.4.07

Perverso y variado.

Cuando la he visto, me ha llamado la atención el peso que había perdido en poco tiempo. Me ha sonreído en una mueca de alegría, extraña, puesto que siempre me ha mirado con sorna, y con una sonrisa que podía darle miedo a cualquiera, pero no a mí, porque nos conocemos. Las apariencias son sólo eso: apariencias.

He notado que quería hablar conmigo, cosa rarísima, ya que ella no suele detenerse a malgastar su tiempo de vida en alguien como yo -gracias a los dioses-, pero hoy he tenido que soportar su cháchara, que en poco tiempo se ha tornado en un interrogatorio.
-Tú tienes que saberlo, dímelo...
Pero no eran órdenes, sino súplicas. Yo sabía que su mejor amiga y ella habían discutido y ya no se hablaban, algunos detalles que me había contado la otra, pero yo no iba a soltar prenda, al igual que hice con la primera. Como me habían tratado de tonta durante tanto tiempo, ante ellas me comportaba como tal: no sé nada, no he oído nada, no me acuerdo.

Y se ha puesto a llorar delante de mí, explicando que aún no sabe qué les ha podido suceder para que ya ni se hablaran, después de tanto tiempo siendo amigas.

...Claro que, echando cuentas, yo la he tenido más tiempo de amiga, y precisamente fue ella la que le comió el tarro para que me hiciera el vacío a mí -a mí- que había sido la que, si me permitís el símil, las recogió cuando nadie las quería, y consiguieron echarme de la pandilla cuando cogieron confianza.

-A tí te ha tenido que contar algo, tú lo tienes que saber... ¿Qué le pasa?

Le daba igual estar en medio de la calle. La gente la miraba como si yo le hubiera hecho algo, porque no paraba de llorar. A mí me estaba dejando a cuadros, porque no sabía que yo era, de la noche a la mañana, la que se enterara de sus cosas y la que podía hacer algo para solucionar sus problemas. Pero no, nada más lejos de la realidad.

-Pero es que me he quedado sola...

Sola, como me quedé yo después de que ella atontara a una amiga a la que no había que insistir mucho para atontarla. Yo era la buena influencia. Ella la mala influencia. Está claro a quién prefería su madre, pero a esta amiga no hacía falta comerle mucho el tarro para llevarla por el mal camino, porque sabía ir ella solita sin ninguna indicación.

-¿Qué te ha dicho?

Le dije que no sabía nada, que lo que sabía era lo que se decía por ahí -que ya no se hablaban-, y nada más. Le he dicho que la vida era así, que había veces que no sabías porqué ocurrían las cosas, pero que las cosas ocurrían. Y me he ido de lo más tranquila, sin ningún remordimiento.


Después, he entrado a comprar en una tienda en donde, por casualidad, ha entrado el típico personaje que todo el mundo quiere matar, pero al que luego no le dicen nada. Hombre insoportable con niña repelente, a la que utilizaba como arma arrojadiza para cabrear a la gente, de la que no hacía más que burlarse. Ya sabemos que no se le puede decir nada a un niño cuando la culpa es del padre. Una mujer le ha llamado la atención al hombre y ha bramado en la tienda. Lo peor de todo, es que ha bramado en mi oído, dejándomelo atronao. Y se me ha cruzado un cable, y he acabado diciéndole al hombre que ya estaba bien de tanto grito. Buenoooooooo... cómo se ha puesto el gañán... Ha empezado a gritarme y he visto que tenía toda la pinta de ser uno de ésos que les gusta someter a las mujeres. Era como un duelo de titanes. No se ha callado, pero lo he amortiguado bastante, porque he acabado dándole su propia medicina: he empezado a burlarme de él por su comportamiento. Era orgullo. ¿Un tío así iba a salirse con la suya? je je je, por mí, no iba a ser. Así que cuando ha llegado mi turno, la de la tienda me ha felicitado por ser tan valiente, porque el tío se las trae, aunque es sólo apariencia. Me ha dado igual, porque por desgracia, he tenido que conocer a otros que sólo tienen apariencia, pero joder... hasta que te das cuenta, hay que ver la de cosas que aprendes para defenderte y plantarles cara, como es la de no bajar los ojos ante su mirada...

He salido de la tienda triunfal, con la conciencia tranquila. Había visto llorar a alguien que me había hecho llorar a mí años atrás y no me ha apenado en absoluto. Le había plantado cara al Perro Ladrador, un pobre diablo que no es nadie si no grita y acojona a alguien, y no tenía ni un triste remordimiento.

Seguía caminando por la calle y, ante mi frialdad ante estos dos incidentes, he pensado si me estaba volviendo de hielo. Un coche, detenido junto a un semáforo, me ha pitado. Una preciosa cara sonriente me ha saludado, pero la he ignorado. Cuando no podía verme la cara, he sonreído. Era Diego, con su preciosa sonrisa canalla, y su despreciable manera de ser, que me había disparado las pulsaciones por minuto.

No soy de hielo, ni lo quiero ser. Pero hay cosas que ya no me afectan, y eso es un avance.

No digáis tacos, joder.

Reconozco que a veces mi madre me regaña por tener un vocabulario salpicado de tacos. Pero estas salpicaduras son más bien expresiones que utilizo para dar énfasis a lo que digo. Si digo se sienten, coño, suena bastante más contundente que hacedme el favor de sentarsus. Si digo que te voy a dar una leche, creo que es más fisno que decir te voy a dar una que te van a saltar los dientes que, como podéis comprobar, es bastante más largo de decir. Y si digo lahostiajoder, todo junto, significa que algo me ha impresionado (también se sustituye por ahivaahivaahivaahivá...) (algo así como lo que estuve diciendo durante el tiempo que duró la visualización del film de los espartanos)

Algunas de estas expresiones que utilizamos/áis, tienen que ver con la religión, como son h*stia, c*pón y di*s. Vale, pues hace tiempo salió una campaña costeada por la iglesia-y las campañas cuestan cuartos- en la que querían que la gente dejara de nombrar estas tres cosas, porque se blasfema, para lo cual instalaron unos cuantos cartelones tamaño panorámico en varios sitios. Hombre, yo creo que los cur*s p*derastas son más urgentes de erradicar, pero se ve que no, porque somos unos mal hablados y deberíamos respetar el sant* c*liz, el cuerp* de crist* y el t*dohacedor.

Así que ahora pasarán a la historia del olvido, al cementerio de las frases olvidadas, a la lista de frases prohibidas, cosas como:

-Dios... ¿quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?
-Te voy a dar una hostia (o dos, o tres, o... ponga un número)
-Soy la hostia.
-Soy dios (lo siento, Billy Wilder... lo han prohibido)
-Cagarse en... (ya no se puede elegir ninguna de las tres)

En cambio, se podría cambiar la cosa:
-Shinchan... ¿quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?
-Te voy a dar un ascenso (lo malo es que, quien lo diga, debería tener poder para ello, y no decirlo por decir)
-Soy Misespaña (quedarás como una creída de mierda, pero no blasfemarás) (si, mierda es un taco, pero ¡¡eeeeeeeeeeeeeeh!!!! ...no has blasfemado)
-Soy la heredera universal de Bill Gates (no te creerán, pero seguirás sin pecar) (bueno, si es mentira, la mentira es un pecado, pero ya sabéis que de heredera universal de Bill Gates sólo hay una persona y es la que aquí escribe)
-
Tarranco la cabeza y me la como (¿veis? ¿veis? ni he blasfemado ni he dicho un taco)

Así que amiguitos todos, tened cuidadín con ese vocabulario, no sea que quieran volver a amenazarnos a que nos van a lavar la lengua con jabón si decimos un taco.

Y para terminar, un chiste (malo, pero chiste al fin y al cabo) que viene a cuento:

-Oyes... ¿te has dado cuenta que, de cada tres palabras que dices, dos son tacos?
-¡Hostia, no jodas!

...Pos eso. Güenas noches.

7.4.07

Au!

Hoy he estado con 300 santos varones, semidesnudos y musculosos, depilados y sudorosos. Los 300 han hecho lo que tenían que hacer para demostrarme lo valientes que son, y lo cierto es que me han dejado alucinada. Cuánto músculo, cuánto aceite para resaltar cada pequeño detalle de su anatomía, cuánta musculatura... Algunos tenían tantos pectorales, que tenían más tetas que yo, pero no me importa. Su taparrabos lo compensaba. Y he podido con todos. Nenazas...

...Vaaaaaaaaale. Estoy hablando de la película. Pero además de lucimiento de esculturales cuerrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrpazos (ole), como que me ha dado la impresión de que la peli es un poco... vamos, que tiene una poca... o sea, como que pierde un poco aceite. Si, mucho qué rudos que somos, qué hombretones que somos y todo eso... pero... no sé... me da a mí que ahí había más plumas que en una funda nórdica. El más gay de todos, el rey ese (¿persa?), que más que un rey parecía el ganador del concurso de Drag Queens de Tenerife.

Esta peli, más allá del interés cinéfilo que debería tener, es una fábrica de sueños. Hombres y mujeres mirarán con lujuria la pantalla deseando echarle el guante a alguno de ellos (si no la habéis visto, creedme: más de uno (hombre, santo y varón, todo en uno), tras verla, estará dudando de su condición sexual, porque la peli es pelín plumífera)

Espartanos... desayunad bien porque esta noche cenaremos en el infierno!!!!!

AU!

No, no os preocupéis. Si mañana se me pasa... (pero me hacía ilu contarlo ^_^)

Ps: Llueve, llueve y llueve. La procesión ha sido un desastre: mañana habrá plaga de pulmonías por no haberla suspendido.

5.4.07

La escopeta de feria

Cuando te dicen que algo falla más que una escopeta de feria, como todos sabemos, significa que algo no va bien para nada, debido a la repetición incesante de errores. Si habéis probado disparar una escopetilla en un puesto de la feria, podréis comprobar si lo del dicho es verdad o mentira. Mesplico: con la frasecilla no quiero decir que todas las escopetas de las ferias del mundo están trucadas para ganar dinero y no soltar premios. Qué va. A lo mejor, si falláis, puede ser que sea por un pequeño detalle: que no sepáis disparar. Así, tal cual. Olvidáos de excusas, porque no es tan fácil darle a un palillo desde la distancia reglamentaria ferial. Y menos si no tenéis práctica. Yo vengo de familia de cazadores y no se hereda la puntería. Además, soy miope. Pero reconozco que el mundo de la caza tiene un gran vacío sin mí -o un gran alivio- debido a la vergüenza que haría pasar a millones de contrincantes. Las asociaciones de animales tienen que estarme muy agradecidas por no dedicarme a la caza, porque haría fosfatina la cadena alimentaria y extinguiría muuuuuuuuuuchas especies (que me conozco, que cuando me emociono con algo...) He dicho, así que tiene que ser verdad. Y lo es. He dicho que lo es.

Bueno, pues más de una vez, por eso del gusanillo, he intentado practicar periódicamente el tiro con corcho, gran deporte nacional. Esas escopetas de aire comprimido son fáciles de utilizar, y el objetivo está fijo. Parece fácil, pero es geometría un poco extraña. Queremos ir de A a B. El camino más corto debería ser una línea recta, pero a veces me he encontrado con una extraña curvatura haciendo que se me vaya el corcho de varas. Más o menos calculando el ángulo que debe hacer el corcho para acertar en el objetivo (uséase, me voy un poco más a la izquierda/derecha/arriba/abajo, dependiendo del efecto del primer disparo), apunto y le doy al gatillo. Y acierto, pero ya no quiero seguir jugando. Me gustan las reglas para cumplirlas, y que las cumplan, en igualdad de condiciones. Prefiero gastar mi dinero en comprar confeti, con lo útil que es para la vida cotidiana.

Pero hay quien lo intenta, lo intenta, lo intenta, así hasta el infinito, pensando que no lo hace bien. Partiendo de la base en si sabes o no utilizar el noble deporte del tiro con corcho, como creas que si, estás perdido. No sabrás si de verdad la escopeta está trucada, pero lo dirás en voz alta a tus amigos como para convencerlos de que tus errores han sido provocados por el hackeo de la escopetilla, no porque tienes mala puntería.

Y ahora, tengo que decir que los hombres (y mujeres) del tiempo fallan más que una escopeta de feria. ¿No decían que íbamos a tener tormentas desde el sábado hasta el miércoles, y que a partir del jueves iba a hacer sol? JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. ¡Que me devuelvan el dinero! Lluvia, cuatro gotas mal contadas. Nubes, unas cuantas, pero como no ha llovido... Sol, tres días de cinco. Pero ahora sí que va a llover, o eso dicen los otros hombres (o mujeres) del tiempo. Que nos agarremos los machos. Que saquemos la zodiac. Que nos pongamos las botas de agua de cuello alto. Si es cierto lo que dicen, me veo viendo la procesión del Viernes Santo con flotador, mientras los santos van desfilando en barca. A los agüelillos, esos que pagan sillas del ayuntamiento para ver la procesión en primera fila, se los llevarán la corriente, pero ellos -qué jodíos- estarán aferrados a ella, no sea que alguien se la quite, que para eso la han pagado.

Pero lo mismo también fallan un poco estos otros hombres (o mujeres) del tiempo. Han hecho que pierda la fe. Ya no creo en nada.

Ohsielosssssssssss... está chispeando... A ver si van a tener razón... Bueno, yo aviso: si llueve demasiado, el próximo post lo escribiré en papel y lo mandaré dentro de una botella.

4.4.07

Ya que estamos en fechas...

El otro día -temprano empezaron- volvía a casa cuando me crucé con una cofradía que llevaba su santo a algún sitio, digo yo. Todos con sus ropajes, sus capas de raso, sus bordados dorados y su cucurucho en la cabeza, la cruz en la mano... Eso de ver a varias decenas (¿o eran cientos?) de personas cara a tí, casi de noche, en calle no muy ancha, amparados por el anonimato que ofrece la capucha, mirándote con total disimulo -pero van hacia tí-, te hace sentir un pelín incómoda. Como alguien te diga adiós, la has cagado, porque la curiosidad hará que te gires, te pares, para saber quién coño ha sido el que te ha dicho adiós. Si el/la saludador/a se digna, se girará y hará malabarismos para sujetar como pueda la cruz que lleva en la mano para poder levantarse la capucha para que le veas la cara. Y no sé qué es más difícil: si intentar averiguar quién narices es, sólo por el tono de la voz, o levantarse la capucha haciendo equilibrio para que no se caiga la cruz y pifostie al de atrás, sólo porque quería saludarme. Casi mejor que no me salude nadie, y que luego me digan "te ví el otro día".

Bueno, pues iba yo caminando entre encapuchados -hay que ver qué tétrica es nuestra religión, colegas-, cuando ya han terminado de pasar los hermanos cofrades, pero le llega el turno a los tambores. Estás perdida como camines por la acera equivocada. Piensa que la mayoría del personal es diestro, por lo que si caminas por tu derecha, es más fácil que te libres de ir esquivando los palos del bombo. Pero yo no sé qué pasa, pero creo que ahora hay más zurdos que nunca. Y no es que me molesten los zurdos, sino que me da la sensación de que todos los tambores me retumban más en los oídos si pasan por mi izquierda. Y no hay nada peor que darle a un niño revoltosillo un tambor, porque se dedica a atronar oídos y a romper nervios. Pues yo pienso que el niño malote se ha multiplicado y crecido, porque anda que éstos no le daban con ganas... Y como te vean poner cara de estreñida -sobretodo cuando llegas a la altura de los bombos-, las has cagado. En serio: la has cagado, porque le arrean más fuerte amparándose, eso sí, en el anonimato de su capucha con dos bujero pa lo ojo.

Y me cruzo con dos de que van de bonito con dos velitas. Él, traje, corbata e insignia en la solapa. Ella, de negro, mantilla y peineta. Me saludan. Los conozco, claro. Son unos vecinos de mis padres que, por lo visto, les apetecía ser este año los cofrades mayores de la cofradía. Detrás, el selecto grupo de la presidencia de la cofradía. También me saludan, para eso son vecinos. Faltaría más.

Y el santo, que es tan regrande que tiene que ir empujado sobre un carro porque a hombros la gente ya no puede. O ya no quiere. A saber.

Detrás del santo, las feligresas, tan monas ellas con su velita, llenando la calle de cera que hará chirriar los zapatos y las ruedas de los coches durante dos meses. Algunas me saludan. También son vecinas. Y pienso que me iré directa al infierno. Y pienso que me estoy meando, así que aprieto el paso, saludo a un par de fieles más, y me voy a mi casa, prometiéndome a mí misma que, si me vuelvo a cruzar con otra cofradía, me cambiaré de calle.

No me molestan los saludos, pero los tambores me han hecho pupita en el oído, que lo tengo pelín delicado últimamente.

Me estoy haciendo vieja, lo sé. Pero vosotros también (whahahahahahahaha, yo, que viviré eternamente...)

1.4.07

Volvemos a la rutina

Desde hoy, vuelvo a ser una desempleada más que engorda las listas del Inem. Podéis felicitarme (¡felicitarrrrrrrrrrrrrrrrme!) (qué alivio, nada que ver con el año pasado)

Y ahora que ya tengo unas cuantas horas más de día para mí, teniendo en cuenta que sigo aplicadita con mis estudios opositioriales y mis cursos de inglés, como veo que de momento no hay trabajo a la vista, ni noticia alguna de eso que me estaba preparando con cursos... ya empiezo a mirar la casa con ojos críticos.

Esta tarde me he sorprendido a mí misma decirle a mi madre:
-¿Y si esta semana pinto las rayas de los azulejos de la cocina?
-¡Vale!-creo que no me ha dejado terminar la frase. Mi madre, chica lista, sabe lo que esa simple frase conlleva.

Para quien desconozca el salvaje mundo de las rayas de los azulejos de la cocina, puedo decir que ya es tener ganas meterte en tal embolao, porque no es nada fácil conseguir un acabado perfecto. Yo uso pintura plástica, pinto y limpio, en un sólo paso, con el inconveniente de que no siempre retiras todo al limpiar, y te encuentras luego un pegote de pintura seco que tienes que rascar... ¿Y sabéis la de metros de rayas que hay en una cocina? Porque luego, ya con las rayas limpias, toca limpiar los azulejos. Los de la cocina son blancos, pero blancos de narices. Nada más guarro que el blanco. Ya sabéis por qué...

Y si limpias los azulejos, tendrás que limpiar los muebles también, por eso de la grasilla que se queda pegada en ellos. Y, ya puestos, el interior de los armarios, en donde no entiendes cómo pueden caber tantas cosas que no utilizas, o que tienes ahí por si acaso (decidme qué hace mi madre con tres termos, o una freidora de dos litros que no usa desde hace... uf) (y sólo es un ejemplo) Pero cómo no, si limpias las rayas, los azulejos, los muebles, el interior... también tendrás que limpiar el contenido. ¡Con la de copas y cosas de cristal que tiene guardadas! Vale, está el lavavajillas, pero la carga es limitada, y el cristal se rompe, así que eso no se hace en un ratillo. Pero tras todo eso... ¿cómo te vas a dejar el techo? Amarillito lo veré cuando termine con las rayas, los azulejos, los muebles... Así que me pondré con mi rodillo a darle -será lo primero que haga-.

¿Y las cortinas de las ventanas? No quiero ni imaginarme el cante que pegarán, por lo que, mientras se dan un agua en la lavadora, tendré que darle un repasillo a las barras de las cortinas, también mugrosas por esa grasilla jodía que se mete por donde ni te imaginabas. Y cómo no: los electrodomésticos también se limpian...

Y esta noche una amiga me contaba que mañana se va de entierro.

Pues qué queréis que os diga. Yo prefiero limpiar la cocina. Y el que diga lo contrario, es una mala persona. Con lo feo que es querer que se muera alguien...